Empezó a quitarme la ropa con suavidad, rozaba todo mi cuerpo con sus manos, lo acariciaba haciendo saltar chispas en mi interior, creando como un deseo electrizan te que me hacía arder en deseo, sentía como un trance en mi interior dejándome relajada y a la vez como una fiera rabiosa y en celo. Él simplemente me miraba con sus ojos profundos y sinceros, me sentía incómoda pero era normal, era su primera vez. Todos sus músculos estaban tensos, aveces sus caricias eran muy suaves pero otras veces eran tímidas y torpes. Al tumbarme en la cama soltó mi cuerpo de golpe, se mordió el labio y yo sonreí. Se relajo un poco y me acarició, eran como néctar para mi piel.
Yo estaba completamente desnuda tumbada en la cama, él estaba encima y aun conservaba el pantalón, me alcé un poco hacía él y lo besé con ternura, acaricié su pelo y sus labios, se fue alzando poco a poco mientras me cogía por la espalda sin soltarme y nos fundimos en un cálido beso. Acabamos de rodillas encima de la cama, besándonos. Me separé un poco y rocé sus labios con mi dedo índice, no pude evitar sonreír y comencé a deslizar mi dedo por su torso desnudo, acaricié sus pezones haciendo que se estremeciera y me besara el cuello, continué bajando hasta que llegué a mi destino, empecé a besar lo mientras le desabrochaba el botón del pantalón. Cogió mi mano y dejó de besarme, me miró nervioso y tímidamente, le besé y lo abracé:
-Relájate... por favor...- le susurré al oído mientras bajaba otra vez la mano y comenzaba de nuevo a besarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario